En este contexto, 'el grito' se refiere a la llamada a la gente mexicana a tomar armas contra las autoridades españolas, hizo por el sacerdote Miguel Hidalgo hace 201 años en el pueblo de Dolores, que está ubicado muy cerca de la hermosa ciudad de Guanajuato. Este suceso marcó el inicio de la guerra de la independencia en México, y hoy en día todavía está conmemorado como uno de los eventos históricos más importantes en todo México.
De hecho, Hidalgo realmente dio el grito, que también es conocido como ‘el grito de la independencia’, alrededor de las 5 de la madrugada en el 16 de septiembre, pero se lo celebran el 15. En todo el país, y además en los lugares fuera del país donde vive una comunidad de mexicanos, todos se unen para dar el grito. En el centro de muchas ciudades mexicanos, la gente se junta para escuchar un representante del gobierno de la ciudad dar el grito a las 11.00pm.
No hay una frase hecha para dar el grito, sin embargo, el parlamento completo que dice el representante tradicionalmente incluye una referencia a los héroes de la guerra de la independencia. Se puede escuchar un ejemplo del grito aquí:
El año pasado tenía la suerte de haber estado en México durante su celebración del aniversario del grito. Fui a Guanajuato, una ciudad en el este del estado de Guanajuato, para pasarlo con unos amigos mexicanos y extranjeros. Las calles cerca del zócalo estaban llenísimas de gente que también estaban esperando por el mismo momento que nosotros.
Hemos viajado por unas once horas en camión desde el oeste del país para estar allá. Para mí, era una noche muy impresionante. Edificios que tenían más de doscientos años de historia nos circundaban, y el cielo era muy despejado – casi pude ver todas las estrellas por la primera vez desde mí llegado en México. El aire hacía frío, pero el calor que fue producido por las multitudes de gente aseguraba que no teníamos frío. Aunque todos teníamos mucho sueño, nos olvidamos de nuestra fatiga cuando vimos las muchas decoraciones que ya habían sido colgadas, y cuando sentimos la emoción que era en el aire.
Al momento del grito, la multitud de gente temblaba con emoción, y todos gritaron juntos las respuestas de los gritos del alcalde del pueblo. Después de solo minutos, el cielo fue lleno de fuegos artificiales. Una parte de ellos se cayó en mi ojo, pero no me importó, era como un recuerdo de una noche muy especial.
